[ 19-04-2010 ]
La actual erupción del volcán islandés de nombre impronunciable ha traído a la actualidad la mayor erupción que se conoce en los últimos 2 millones de años. Hace unos 74.000 el volcán Toba en la isla de Sumatra (Indonesia) arrojó a la atmósfera más de 2.500 km3 de cenizas. La Tierra quedó en penumbra, el Sol no traspasaba las tinieblas y la temperatura atmosférica se calcula que pudo reducirse hasta 10 grados centígrados. Nuestros antepasados, que apenas estaban empezando a salir d África, quedaron reducidos a unos pocos y dispersos grupos, quizás no más de 4 o 5.000 individuos en total, en escondidos refugios durante 10 o 20 años. Los ecosistemas padecieron una devastación general y el curso de la vida solo se reemprendió con dificultad tras años de aletargamiento.
¿Podríamos volver a vivir algo semejante? No parece probable por ahora. El volcán islandés no le llega al indonesio ni a la suela de los zapatos: los vulcanólogos estiman que no vomitará ni 0,1 km3 de cenizas, 25.000 veces menos que el monstruo de Sumatra... poco, pero suficiente para provocar el caos aéreo en medio mundo.
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