[ 30-10-2015 ]
Casi todo el mundo ha ido al menos alguna vez a Benidorm, Denia o alguno de los destinos turísticos de la Costa Blanca. Pero quizás no tantos se han adentrado por los escarpadas montañas que protegen el interior de la provincia de Alicante, paradógicamente una de las bellezas naturales menos conocidas de la Comunidad valenciana. Entre ellas destaca La Vall de Gallinera, valle de no más de 8 km de largo, cercado por completo entre montañas de hasta 900 m y surcado por un río que discurre por el fondo del valle, pero solo a 30 km de las playas de Oliva y Denia.
Durante 8 siglos (hasta que fueron expulsados en 1609) los moriscos cultivaron este lugar de manera primorosa, convirtiéndolo en un verdadero vergel que sobrevivió a su marcha ('hermosa confusión de árboles y producciones' la llamó el botánico Cavanilles casi dos siglos más tarde) donde se juntan el algarrobo, el granado, el naranjo o el olivo con el nogal y el cerezo en bancales defendidos por la encina y el pino, que trepan hasta los más altos picos, creando un maravillo tapiz vegetal que debe tanto a la naturaleza como a la tenaz labor del hombre. El valle está salpicado por los caseríos de 8 pequeños pueblos, cuyos nombres (Benirrama, Benialí, Benissili...) indican bien a las claras su origen y que han sabido mantener hasta ahora su fisonomía y preservar su extraordinario encanto de la presión urbanizadora que ha deteriorado otros parajes. Sus poco más de 600 habitantes son conscientes que la mayor riqueza de su valle es su belleza y que conservarla intacta depende en gran medida de ellos mismos. En este idílico marco natural podemos encontrar restos prehistóricos (La Cova del Pardo), poblados ibéricos (Xarpolar), 2 castillos-vigía de origen árabe (Benissili y Benissivà) y diversas rutas e itinerarios de gran interés paisajístico e histórico. De todo ello se puede obtener información en las oficinas municipales de turismo o en las numerosas casas rurales que han surgido en los últimos años para acoger al creciente número de visitantes que se acercan hasta este maravilloso lugar.
Acceso desde la autopista del mediterráneo A-7 o la N-332, salida Pego.
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ETIQUETAS: Vall de Gallinera, Alicante, moriscos, casas rurales, turismo rural
[ 11-09-2015 ]
Apenas a unos pocos km de la autovía de Madrid a Murcia se encuentra este valle, verdadero oasis en una de las zonas más áridas de la región de Murcia. No hay ningún secreto en ello: el río Segura en su tramo medio, limpio y pujante, sabiamente utilizado desde hace siglos, fertiliza las vegas desde Abarán hasta Archena, creando un espectacular oasis en el que toda clase de árboles y plantas pueden prosperar. Ricote es un valle muy cerrado, casi secreto, con un microclima muy especial. Las sierras que lo rodean por todas partes alcanzan alturas relativas importantes, de más de 1.100 m. Quizás por esa característica fue el último lugar del que fueron expulsados los moriscos españoles, en 1618. La petición general de la población al Rey para que fueran exceptuados consiguió retrasar la ejecución 7 años, lo que quizás permitió a muchas familias eludirla. Además de recorridos por el valle, muy cerca se encuentra el Parque natural de la Sierra de la Pila. Es un pequeño paraíso para los amantes del turismo rural, con una amplia oferta de casas rurales y alojamientos rurales. Los aficionados a actividades acuáticas disponen de una amplia oferta en el río Segura y los amantes del termalismo, uno de los mejores centros de España: los baños de Archena.
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ETIQUETAS: Valle de Ricote, Murcia, turismo rural, casas rurales, moriscos