El Parque de la Naturaleza de Cabárceno no es un zoológico. Aquí la vida de los animales se desarrolla en un ambiente natural en el que, salvo la alimentación que se les facilita, el resto de las actividades están marcadas por su casi total libertad e instinto. Prácticamente todos ellos desencadenan peleas y luchas en época de celo y, desde luego, sus comportamientos son tan salvajes como en su hábitat natural.

En el laberinto de pasillos excavados a mano desde los tiempos del hombre paleolítico hasta mediados del s. XX, Cantabria ha descubierto para los amantes del medio natural uno de los parajes más singulares de Europa en la recuperación de especies animales y vegetales procedentes de todos los continentes. El Parque de Cabárceno está, efectivamente, construido sobre una antigua mina de hierro, y para los trabajos de recuperación del terreno fue necesario remover cientos de metros cúbicos de tierra, cerrar simas de 40 metros de profundidad, recuperar calzadas medievales y aún romanas, adaptar caminos de interés naturalístico, construir cabañas y guaridas para los animales, sembrar gramíneas, repoblar con especies autóctonas y construir decenas de kilómetros de carreteras interiores por los que poder observar a sus habitantes definitivos: los animales.

Las 750 hectáreas del parque natural de la sierra de Peña Cabarga, albergan en semilibertad a muchas especies autóctonas, como osos, lobos, ciervos, corzos, rebecos o jabalíes, aunque sin duda es la fauna exótica la protagonista del recinto. El programa de recuperación de especies amenazadas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno incluye a la fauna africana (elefante, rinoceronte blanco, leopardo, jirafa, addax, kobos, lichi),asiática (tigre siberiano, tigre de bengala), europea (oso pardo, bisonte europeo), americana (jaguar).

Es destacable el hecho de que en la actualidad, por su enorme calidad, las instalaciones del Parque de la Naturaleza de Cabárceno están entre las mejor valoradas por los organismos que vigilan las condiciones de vida de los animales.

No obstante, aunque la fauna es la atracción fudamental, no podemos olvidar el importante papel que en él desempeña la flora. Al no existir barreras arquitectónicas, la vegetación ha sido cuidadosamente escogida y situada. Se han seleccionado 24 de las más de 100 especies leñosas que cubren Cabárceno y se han colocado en tres de los lugares más visitados, dando así lugar a tres interesantes rutas botánicas: la ruta de los tejos, alcornoques y nogales (en los alrededores de los tigres); la de los abedules, tilos y hayas (recintos de hienas y lobos); y la ruta de los castaños y pinos (entre los recintos de leones y bisontes).

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno está concebido con fines educativos, culturales, científicos y recreativos, habiéndose convertido en uno de los mayores atractivos turísticos del norte de España. Pero sobre todo, es un lugar ideal para pasar un día en familia, una jornada emocionante y única que, tanto para niños como para mayores, será inolvidable.

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